lunes, 14 de marzo de 2022

Pacense no es sinónimo de badajocense

Se dice, se comenta, se rumorea que PACENSE es sinónimo de BADAJOCENSE como gentilicio de la ciudad de Badajoz.

Pues va a ser que no. Aunque, evidentemente, los dos tienen que ver con la ciudad.

Vamos al lío:

De los alumnos actuales del IES Bárbara de Braganza 
--> ninguno es pacense 
-->la gran mayoría, son badajocenses.

¿Alguna idea de por dónde van los tiros? Vamos a liarlo un poco más.

--> La hija de la #profesbárbaros Elia (1/9 de mi persona) es badajocense, sin embargo no es pacense.
--> La hija de la #profesbárbaros Maite (1/9 de mi persona) es pacense, sin embargo nació en Tarragona.

Vamos a recurrir a D. Manuel Cienfuegos de Amigos de Badajoz para desenmarañar el lío.

Como vd. ya habrán descubierto 

PACENSE es un término de la Iglesia Católica.

El mezclar el significado de badajocense y pacense es fruto de un error histórico. Alguien ubicó mal la sede episcopal católica y los demás no le enmendaron la plana.

Vamos a los orígenes del lío:

1.- Antes de la existencia de Batalyaws (la ciudad árabe de Badajoz), la ciudad de Mérida disponía de una fuerte comunidad cristiana-visigoda con el título episcopal emeritense, al que pertenecían amplios territorios que pagaban sus tributos para sustentar la iglesia y su obispo.

B.- De otra parte, existía una ciudad de origen romano con el nombre de “Pax Augusta” que disponía de sede episcopal visigoda llamada “pacense”. De sus obispos tenemos referencias hasta el siglo XI. De la palabra romana “Pax”; se deriva “Bexa”; en Arabe que hoy en día se correspondería con “Beja”; ciudad actual de Portugal. Por lo tanto la actual ciudad de Beja fue la “Pax Augusta” de los romanos que dispuso de la sede episcopal pacense hasta el siglo XI.

Tras la creación de la ciudad árabe de  Batalyaws, por el emeritense Ibn Marwan en el 875, se refugia en ella buena parte de católicos emeritenses buscando la protección del rebelde, al frente de la cual venía su obispo. A estos mozárabes se le consintió sus cultos y ritos cristianos durante muchos años pero no de forma gratuita, pues a cambio estaban obligados a pagar fuertes tributos.

Es importante comprender que el obispo y sus sucesores fijan su residencia en Badajoz, formando una iglesia mozárabe, lo que no significa que la sede obispal emeritense traslade su sede a Badajoz, pues nunca lo hizo. 

En 1120 el palio arzobispal emeritense pasa a Santiago de Compostela, por lo que hasta esa fecha la ciudad de Mérida gozaba jurídicamente como cabeza eclesiástica, perdiendo legalmente su condición como sede obispal.

La tesis asumida por el historiador local Rodrigo Dosma del s. XVI, donde la iglesia mozárabe es continuación de la iglesia romana y luego visigoda que existió en la ciudad romana de Badajoz, denominada “Pax Augusta” está totalmente fuera del contexto histórico.

Judíos y cristianos se verán eclipsados y perseguidos hasta la extenuación con la conquista del “Reino de Badajoz” de los Almorávides en el 1094 que impusieron la intolerancia con la expulsión o sumisión al Corán, desapareciendo todo resto de iglesia mozárabe.

En la conquista de Mérida y Badajoz por Alfonso IX en 1230, le acompaña el arzobispo de Santiago de Compostela que tiene la orden de nombrar obispos en aquellos feudos importantes conquistados a los árabes.

Pero, ni crea el obispado de Mérida pues éste reclamaría los derechos antiguos de su iglesia emeritense, ni crea obispo en Badajoz, pues tendría que ponerla dependiente de Mérida.


A los meses muere Alfonso IX y no sería hasta 1255 con el rey Alfonso X, el sabio cuando se nombra al franciscano Pedro Pérez como “primer obispo pacense”, trasladando el titulo pacense de Beja, que aún no estaba restaurada, a Badajoz. 

Desde este instante los obispos empezarán a denominarse como pacenses y por lo tanto, los bautizados en ésta provincia eclesiástica tomarán el gentilicio latino “pacensis” que nunca les correspondió, pues Badajoz nunca fue romana sino árabe. Titulo exclusivo de la iglesia y que nada tiene que ver con el poder civil.

La sede pacense será sufragánea de Santiago de Compostela de 1255 hasta 1851 que pasará a la provincia eclesiástica de Sevilla. 

Mérida estará bajo la Orden de Santiago desde su reconquista en 1230 hasta 1873 y desde 1875 a 1994 pertenecerá a la diócesis pacense.

Restaurada en Badajoz la diócesis pacense en 1255, hay que asignarle una extensión de territorio para su organización, distribución de parroquias y administración de los diezmos, y para ello el ayuntamiento le dona Campomayor, Albalá, etc. 

Esta sufre alteraciones en el devenir de los tiempo, así en 1298 la iglesia de Olivenza se separa y pasa a Portugal, en 1875 se verá varias veces ampliada al ser suprimidos los Prioratos de las Ordenes Militares de Santiago (Llerena) y Alcantara (Magacela y Zalamea). 

En 1946 se crea la diócesis de Mérida y en 1958 prácticamente se reordena la provincia civil de Badajoz repartiendo las parroquias que formaban casi todo el territorio, unas para la diócesis de Badajoz y las otras para la diócesis de Mérida.

El fin de la diócesis pacense se realizó en 1994, cuando se creó la archidiócesis de Mérida-Badajoz cuya sede es la catedral de San Juan de Badajoz y la concatedral de Santa María de Mérida en la que se fusionan los obispados de las dos ciudades.

Al mismo tiempo se crea una nueva provincia eclesiástica que engloba gran parte del territorio extremeño compuesta por la metropolitana de Mérida-Badajoz, Coria-Cáceres y Plasencia. 
Por lo tanto, Badajoz y Mérida se separan de la provincia eclesiástica de Sevilla y, Coria-Cáceres y Plasencia de la provincia eclesiástica de Toledo, la cual aún conserva algunos pueblos extremeños como Guadalupe, etc.

Por ello, desde 1994 los cristianos católicos BAUTIZADOS de Badajoz ya no serán pacenses, han de llamarse emeritenses-pacenses.

Resumiendo:

--> Badajocense es un término civil.
--> Pacense es un  término religioso para los bautizados en la ciudad de Badajoz antes de 1994.



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